Té y chocolate: Una experiencia de cata memorable

Y te preguntarás, ¿Cómo es eso que estuviste en una cata de té y chocolate? ¡Pues si, la suerte me sigue acompañando!

Si te soy honesta es un match que jamás se me hubiese ocurrido, porque aunque soy muy de probar cosas diferentes, no suelo comer con frecuencia la maravilla de chocolates que hacen aquí en Venezuela.

No es que diga que mis queridos maestros chocolateros no son los mejores. Es que (guárdame bien el secreto y que nadie se entere), esa tableta de marrón intenso que a la mayoria de la gente emboba, a mi no me ha logrado enamorar.

Hasta que un día, probé este experimento. ¿Me acompañas para decirte como fue?

La cata de té y chocolate… Con Té McCormick

Bueno, he de darle el crédito también a los promotores del evento, los cuales fueron Disfrutarte Caracas. No sé si ellos fueron los de la gran idea, pero lo que me llegó a mis manos fue una propuesta bellísima y unos elementos que TeaLover que se respete debía tener.

Además de mis sobres de té, el recetario de gloriosas infusiones (llamada Moktails) hechos con las variedades que distribuye Alfonso Rivas y Cía (Que por cierto, te doy el dato que puedes descargarlo en digital en su perfil), un mug de colección y dos tabletas de chocolate que en medio de la cata nos enteramos de qué se trataba.

Primer acto: Té verde con el primogénito

Gabriel Balbás es un joven que se nota a leguas que levita cuando habla acerca de todo lo que tiene que ver con el cacao, su procesamiento y la mágica alquimia para convertirlo en chocolate. Curioso es que después de algunos años de experiencia, hasta ahora no había tenido su propuesta de tableta que por cosas de la vida los expectadores teníamos en la mano.

Solo puedo describir como increíble la experiencia de sentir el cálido paladar ya preparado con el té verde, palpar lo sedoso de la tableta con el sabor notorio de un queso de cabra de Chivata, madurado por 70 días.

¿Su inspiración? Los sabores del sur del lago del Estado Zulia, donde algunos cuentan pudo comenzar a plantarse el fruto del cacao desde épocas inmemoriales y coloniales.

Yo me preguntaba, ¿Es esto posible? ¿No serán sabores antagónicos? No lo fueron. Se nota la experimentación del maestro chocolatero, lo cual hizo de este acto un muy buen arranque en la cata del té y chocolate encantador… Muy diferente.

 

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Segundo acto: Té negro con el heredero

Ya venía con una sonrisa y diciendo entre mi, guao que experiencia esta, hasta que bajaron y subieron el telón. Gabriel nos comienza a explicar todo el tema de ahumar esta vez el queso y tratar la naranja adecuadamente para que no se pareciera a nada que el público hubiese probado antes. (Particularmente una golosina que está en la memoria de algunos llamada “Miramar”, que consiste en una miniatura de trozos de chocolates con naranja).

Así mismo como lo lees: Esta vez se trataba del cacao cuyo tratamiento fue inspirado en las aventuras del autor en Nueva Guinea, adicionando además queso de cabra -ahora ahumado- y naranjas caramelizadas en el punto pefecto de no quemarse ni amargarse.

Y ¡Boom! Se alborotó el chat de zoom. Nadie podía creer el olor y el gran sabor de esto. Si la primera parte fue una sorpresa, esta nos dejó a muchos sin palabras.

A mi me llevó a Mérida, que es un lugar de Venezuela occidental donde es costumbre ese estilo de queso característico. Me llevó volando para allá y por supuesto que me fuí atrás en mi memoria de tantas sensaciones de comidas con ese queso que desde luego siempre me fascinan.

Con otro pedazo propusieron en la cata de té y chocolate combinar con té verde esta vez. Allí ya no quise. Quería estar en quietud, aún con la sensación de esa combinación que había probado y tallarla muy bien en mi memoria.

Esa otra combinación lo tengo de materia pendiente y prometí hacerlo. No desperdiciaré la oportunidad y me prepararé bien para una gala así.

Por favor, ¡100% recomendado! Posiblemente tengas la oportunidad de buscar estos productos y reproducir una experiencia parecida. A lo mejor podrías tener los elementos separados (el queso de cabra, el chocolate y el té) y hacer un experimento maravilloso.

Pero si puedes probar la propuesta de Gabriel que lo tiene tan orgulloso… ¡Adelante! Estoy segura que te encantará.

 

Lee más acerca de mi afición y amor por el Té en : Mi taza de Té: Deleite y placer

 

2 comentarios

  1. Me llevaste a la infancia, dónde pasábamos vacaciones en Cata y la tía Ricarda nos hacía su rico chocolate, esa combinación no me la sabia, me encanta el café sin azúcar con chocolate, muerdo un trozo de chocolate tomo un sorbo de café caliente y la combinación en mi boca es un deleite. Lo voy a probar con te debe ser igual de explosivo.. Gracias

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