Un buen perfil de cocinero: ¿Cómo se logra?

¿Cuál es el perfil de cocinero ideal? ¿Estos nacen o se hacen en el ejercicio de su oficio? Como diferentes cosas en la vida depende de cómo lo miremos.

Cuando se me ocurrió que debía bordar este tema para mí blog, tuve en mente hablar del emprendedor. Esto te lo digo, porque puede que en el medio de este escrito tenga divagancias con respecto al tema.

Mi propósito está muy ligado a apoyar a los emprendedores gastronómicos en esa fase en que deciden que su pasión puede llevarlos más allá, queriendo que su actividad sea rentable y además placentera.

Y claro, que se puede lograr. Sin embargo y de alguna manera para irme a lo más técnico, me pareció que debía ir un paso atrás contándote un poco de mis percepciones del tema en el mundillo suculento de la cocina.

El perfil de cocinero perfecto. ¿De verdad crees que existe?

No, honestamente creo que eso no es posible. Si que tiene ciertas condiciones innatas que posiblemente le hagan la vida más fácil. Tiene muy buen olfato. Su memoria es casi perfecta, aunque nunca sepa donde deja el encendedor o fósforo con el cual prende la candela de su estufa.

Pero soy más inclinada a pensar que aquello que te hace destacarte en el mundo de la cocina tiene que ver con cosas que aprendes en la vía, bien sea por estar en una academia formado o por transitar por el camino de aquello que decidiste hacer de manera autodidacta.

Te lanzaste de cabeza y no calculaste, siendo la altura mucho mayor de lo que creías.

Solo que como lo disfrutas un montón entonces con frecuencia sencillamente te sacudes, te echas a andar y a correr, desde luego obteniendo increíbles resultados. De la pasión seguro que si vivirás. Pero también de tu disciplina lo cual es casi tan importante como lo primero. Estas cualidades aprendidas y aprehendidas son las que veo yo.

Características de un buen cocinero.

Estos son a mi juicio los top ten -aunque solo menciono siete- en lo que destacan los buenos cocineros que yo he conocido. Y posiblemente muchos a nivel mundial también tengan algunas de ellas.

  1. Concentración. Puede que esté haciendo muchas cosas al mismo tiempo, pero esto no implicaría en ningún caso la dispersión. Hacer con precisión sus procesos hará que triunfe en ellos y tenga un buen resultado.
  2. Detalle. Muy ligado a lo anterior, desde la misma elaboración del mise-en-place y orden en sus espacios, esa meticulosidad hará que sus platillos se vean y sepan muy bien.
  3. Creatividad e innovación. Una buena parte de las creaciones y propuestas deben venir de su ingenio. Pero para crear cosas debe conocer mucho de las que se hacen hoy en día, de las diferentes escuelas de cocina que existen que lo van a nutrir para ser realmente original.
  4. Gusto por aprender. Bien sea por su propio pulso o por medio de una formación en instituciones especializadas, nunca se deja de aprender en oficios como estos. Así que debe estar encantado por aprender siempre.
  5. Perseverancia. De los errores aparentes siempre hay un aprendizaje. Y no dejarse arrastrar con ellos y ver que se abre un abanico de posibilidades de lo que si puede resultar, hace la diferencia.
  6. Versatilidad. Cuando trabajaba en restaurantes, este era de mis básicos a observar. Aquí distinguía los que solo cocinaban por recetas, de los que realmente ponían de su parte en crear cosas interesantes. Siempre tener opciones y combinaciones posibles de las cosas con buenos resultados, distinguen a un buen perfil de cocinero.
  7. Humildad. Y si se tiene todo esto y no se es capaz de tener el ego acompasado y los pies en la tierra, sencillamente es un desperdicio y no vale ninguna cualidad que tenga al respecto.

Desde luego que esto es mi interpretación. De las profesiones que más admiro en el mundo ésta es una de ellas. Y aunque no te lo haya dicho en la sección anterior, una persona que se destaque en el área gastronómica también debe ser un buen líder.

Sin esta característica su perfil de cocinero ideal estará bastante incompleto.

Más haz un ejercicio divertido. Sustituye cocinero, por emprendedor o músico o deportista. ¿Crees que estas cualidades pueden adaptarse a estas otras profesiones? SI . Es el camino. Y si es tan común, ¿Por qué no todos obtienen los resultados que esperan? En un próximo post trataremos ese tema.

2 comentarios

  1. Muy bueno su artículo querida Lic. Sheila y como es de costumbre, invitándonos a sanas reflexiones. Un día “me topé” con un programa x del Chef británico aquel a quién le pagan por ofender, maltratar y hacer bullying a sus “aprendices y desafortunados invitados” en su programa… (Gordon Ramsay si mal no recuerdo) y en lo único que coincidí con él era en el hecho de que aquel cocinero que no pueda distinguir el sabor y olor de las especias (como el top de los sabores) NO PUEDE DEDICARSE AL OFICIO. Es el caso que vendaban los ojos de un puñado de jóvenes y les daban a testear orégano/albahaca , clavo/canela, comino/tomillo, curry/canela… y así, otras duplas y fueron incapaces de reconocer diferencias de fondo y hasta el nombre de las mismas. Testear osea, distinguir un sabor (con olor) de otro para un cocinero, es comparable con solfear una nota para un músico. Si todos esos estímulos te parecen “planos” ciertamente no podrás ni recordar a qué saben o cómo suenan, lo cual ciertamente es un impedimento de fondo para dedicarse a tan honorable oficio. Pero el cocinero creo yo,
    aún debe prestar atención a algo aún más sutil: LAS TEXTURAS de los alimentos… es por ello que me he topado en la calle con “polvorosas de pollo” (por Ej), sin profundidad, sin aroma, sin gracia… con base parecida a masa de pan más bien, donde he tenido que seguir “votando a favor” de las de algunos parientes…. Concluyo entonces que el talento bien educado ha de ser una combinación que colabore definitivamente con el éxito profesional. Reciba un cordial abrazo y seguiremos atentos a sus suculentos artículos.

    • Gracias por tan bonito comentario. En lo que mencionas cabe perfectamente la frase de la persona más famosa de estas tierras nacida a finales en el último cuarto del siglo XVIII. Talento sin probidad es un azote. Las texturas van quizás en el orden de la sensibilidad y el detalle.
      Nos topamos a veces con experiencias no muy felices de la cocina tradicional en establecimientos que se etiquetan como “neococina venezolana”. Sin desmerecer los grandes esfuerzos que han hecho algunos en recopilar las recetas más originales, si olvidan el ingrediente principal, nada sucederá: Amor a lo que se representan allí. Y eso es lo que percibes.
      Sin embargo hay mucho talento también, luchando por tener un mejor resultado. Pronto saldrá una reseña de un lugar que creo que te va a encantar.

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